HOLA!
Hoy quiero contarte como he logrado sobrevivir a un antojo
casi incontrolable de comer chocolate, torta, galleta, o lo que sea que tenga
mucha azúcar.
Bien, desde mi experiencia de tantas veces sucumbir ante
éste deseo, siempre, después de comer, quedaba mirando la pared y diciendo… “sólo
un poco más”, mientras comía decía: “ahora ya, si, no quiero más”, y luego
cuando terminaba de tragar decía: “necesito sólo un poco más”, y así era capaz
de pasar hasta terminar todo lo que estuviera a mi alcance y incluso salir por
más.
Y bueno, adivina. Después de comerlo todo… de hacer eso
tantas veces, y de querer detenerme, comencé a darme cuenta de que antes y
después de comer, no existía ninguna diferencia, el único instante distinto era
mientras comía, pero después y antes eran exactamente iguales, excepto por el
kilo demás de calorías, azucares y grasas dentro de mi cuerpo.
Entonces ahora ya habiendo tomado conciencia de ese instante
tan pequeño e insignificante de tiempo, sabiendo que no podré hacerlo eterno; cuando
deseo comer en exceso, sobre todo azucares, pienso en eso. En que sólo es un instante,
que hay miles de cosas más interesantes que hacer en vez de comer, montón de
cosas por sentir en vez de comer.
Cuando he sentido de nuevo esos deseos tan grandes y no he
tenido cerca lo que se me antoja, respiro profundo, evito ir a comprarlo, y
pienso… “sólo es un instante de tiempo”, y ¿cuál será la diferencia si lo como
o no? … ¿que habrá de distinto después de comerlo? … no habrá nada distinto..
sobreviviré.
Y así, tú también puedes sobrevivir, sólo hace falta un poco
de claridad en la conciencia, una intención y mucha serenidad frente a la
ansiedad.
Si logras entender esto, aunque termines comiéndote todo
igual, créeme que ya no será lo mismo. Habrás ganado en conciencia, y eso, es
el más sutil pero importante de los pasos.
Ahhhh … y prueba bebiendo agua ;)
Así que … suerte!! Y recuerda que puedes contactarte conmigo,
a través del blog, si necesitas ayuda.
Un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario