"Me encanta caminar descalza y sentir el suelo frío, y mirar al cielo, y sentir la tibieza del sol... y entremedio estoy yo existiendo, más allá, mas en la ausencia que en la presencia.
Las piernas descubiertas me recuerdan la existencia de mis pasos lindos,
Mis brazos descubiertos me recuerdan que el cielo siempre espera un abrazo.
Y es que donde yo vivo, el sol regresa sólo una vez, por eso cuando viene todo queda en alerta, mi cuerpo despierta sentidos adormecidos y olvida la elección constante de permanecer escondido.
Que fortuna la bendición de observar tan brusco cambio a través de mi ventana, dan ganas de salir a cautivar los espacios vacíos, así livianitos, como una brisa sin cuerpo y despertar y despegar de una buena vez de éste sueño oscuro del que he hecho mi realidad".