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martes, 15 de enero de 2013

LA GRACIA DE ENGORDAR


¿Sabes qué?, tú no sabes la gracia que tienes en tu vida cuando eres gordo. ¿Crees que estoy loca? Pues quizá Tú no has dimensionado la maravilla, el milagro que debe ocurrir para que un cuerpo engorde. Tu no le has dado el crédito a tu cuerpo por el inmenso esfuerzo que hace por complacerte, por protegerte, tú no has visto el inmenso amor y lealtad que tiene tu cuerpo para contigo, tú no sabes cuan dispuesto está para cumplir tus deseos, incluso está dispuesto a destruirse a sí mismo si fuese necesario, por amor a ti.

                                                                               ¿Sabes cómo deben trabajar tus células para producir la grasa que cubre tu cuerpo? ¿Entiendes cuanto trabajo puede producir eso? Puedes imaginar a cada microscópica célula de  tu cuerpo feliz esperando que llegue lo necesario para cumplir la orden que le has dado? … 

Ellas están ansiosas, felices, entuciasmadas creando para ti, porque su único afán es verte feliz, cumplir lo que les ordenas. el problema es... ¿Eres conciente de las ordenes que les das? ¿Sabes siquiera que ellas harán sólo lo que tú les ordenes?

Te cuento! ,tu tienes que saberlo, tú tienes un milagro ocurriendo a cada milisegundo en tu cuerpo.


Dale el valor. Esa, es la forma de aprender a amar lo que creías imposible de amar.
Admíralo, pues tu cuerpo refleja de manera extraordinariamente gráfica que algo está ocurriendo en tu interior, que algo no anda bien. Agradece al cielo porque tienes el increíble privilegio de poder ver sin huir, lo que para muchos otros queda escondido.

Olvídate de restarle valor a lo que eres, porque para el cuerpo humano, mantenerse,  ganar peso, perder peso o mantenerse delgado, es exactamente igual. Nada es más fácil ni mas difícil que lo otro.

Tienes en tus manos el regalo más grande, la puerta más bella hacia tu alma. Cada vez que ganas 100 gramos, algo ocurrió y tu cuerpo en perfecta sincronía te lo cuenta sin titubear.


Permítete que esto ya nunca más sea tu condena ni tu dolor. Siéntete afortunado … y Descansa!



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